Los tonos de los espacios interiores revelan su verdadera personalidad, así que es importante elegir correctamente. Determine el aspecto y el efecto que desea transmitir, y diseñe una apariencia única.
Representan el sol, la alegría y el optimismo.
Consiga que una habitación oscura parezca más soleada y suscite un entorno tranquilo con suelos claros de roble, haya o arce.
Representan la calidez, la intimidad y la armonía.
Imagínese en un lugar cálido y exótico con un diseño en madera de cerezo o Merbau. Para acentuarlo, incorpore muebles macizos de estilo colonial.
Representa la tierra, la comodidad y la seguridad.
Los suelos teñidos de marrón le permiten conectar con la naturaleza. Además, este tono crea un telón de fondo excelente para albergar muebles rústicos y colores intensos y luminosos.
Representan la luz, la pureza y la eternidad.
Opte por un ambiente contemporáneo y aporte amplitud y luminosidad a la habitación con un patrón de arce o pino noruego en tonos claros.
Representa la neutralidad, la elegancia y la tranquilidad.
Los suelos grises combinan a la perfección con colores modernos y tonos cálidos. Además, esta tonalidad aportará un aire contemporáneo a sus muebles clásicos.
Representa el lujo, el estilo y el refinamiento.
Aporte elegancia a su hogar y logre una apariencia suntuosa para su habitación con suelos en color negro. Los colores brillantes en las paredes y el techo crearán un gran contraste; si añade un par de elementos decorativos que llamen la atención, maximizará el efecto.
¿Sabía que simplemente jugando con las tonalidades del suelo, el techo y las paredes puede hacer que una habitación parezca más amplia, cálida, estrecha, profunda o alargada? Como norma general, los matices claros se utilizan para hacer que un espacio parezca más amplio, mientras que los colores oscuros consiguen el efecto contrario.